Ilustración del iraní Mana Neyestani |
La
actual democracia española ha degenerado, y se ha convertido en una
plutocracia, donde las cúpulas de los partidos pueden actuar
impunemente, sin interferencias de los militantes (gracias a la nula
democracia interna de los partidos), sin interferencias de los medios
de comunicación (gracias al control de los medios públicos, y a la
ayuda de los poderes económicos que controlan la mayoría de los
medios privados), sin interferencia de los jueces (ya que los
partidos nombran y destituyen a los jueces, y sino utilizan los
indultos discrecionalmente). Con esa libertad de movimientos han
negociado y acordado beneficios espúreos para empresas y grandes
capitales a costa del dinero de todos los ciudadanos, y han
conseguido retiros dorados para ellos y sus familiares.
Para revertir esta situación hay que cambiar de
paradigma, hay que cambiar la mentalidad de este país, y hay que
hacer muchas reformas legales, pero no como las reformas que nos
intentan imponer, que se basan en renunciar a nuestros derechos, sino
reformas que se basen en recortar los derechos de nuestros
dirigentes, su derecho a controlar los medios de comunicación, su
derecho a no dar explicaciones de sus decisiones, su derecho a
nombrar jueces, y su derecho a ser candidato a las elecciones sin
pasar por un proceso democrático dentro de los partidos. Estas son
las reformas que necesitamos.
Los ciudadanos tenemos también parte de culpa, pero
no por haber vivido por encima de nuestras posibilidades como han
tenido la desfachatez de decirnos, sino por haber mirado por otro
lado, por haber votado a candidatos de dudosa reputación, por no
haber ejercido nuestro poder del voto con responsabilidad, ni nuestro
poder económico como colectivo, retirando nuestro apoyo a aquellas
empresas, medios, bancos, etc. que han actuado con poca ética, o
directamente de forma delictiva.
Los partidos tienen una ardua tarea por delante si
quieren recuperar el apoyo de la gente, pero si de verdad creen en la
democracia, tienen que renunciar a sus privilegios y entregárselos a
la ciudadanía. Los ciudadanos somos adultos y hemos madurado como
sociedad, ya no somos un país lleno de analfabetos y con escasa
cultura, ahora somos un país de gente formada y que ha visto mundo,
ya no nos conformamos con un papel de espectadores.
Los partidos de la oposición no pueden cambiar las
leyes, pero si que se pueden reformar internamente, si que pueden
crear un sistema de democracia interna, si que pueden hacer públicos
todos sus ingresos pormenorizados, todas las donaciones y
subvenciones, y si que pueden publicar el nombre, cargo y sueldo de
todos sus miembros. A alguien le parecerá obsceno pretender que todo
el mundo sepa su sueldo, pero lo realmente obsceno es que se gaste el
dinero público sin dar ninguna explicación. Esto no requiere de
reforma legal alguna y se puede hacer dentro de cada partido sin
necesidad de llegar a grandes pactos de estado.
Si un partido empieza a tomar estas medidas, todos
los otros se verán forzados a seguirlo.
Este sería un buen primer paso para que la
ciudadanía pueda reconquistar sus instituciones, que han sido
secuestradas y amordazadas con tanto éxito desde hace ya demasiado
tiempo, o al menos esta es mi opinión. Si estás de acuerdo, en
contra, o todo lo contrario, deja tu comentario, incluso me gustaría
que la gente propusiera formas concretas de llevar estas ideas a la
realidad.
Con 27% de paro –hasta mas del 40% en comarcas y 60% en jóvenes- siguen los parches y el declive, poco se habla de las ÚNICAS soluciones: 1ª CAMBIAR el sistema, en general ; 2ª REPARTIR mas o mejor el trabajo y masa salarial, no hay salida trabajando menos personas y haciéndolo mas horas, o hasta mas viejos, es de justicia una renta básica a toda persona que lo justifique, que el dinero circule, repartiendo mas lo que ahora hay habría más consumo o demanda interna y mas negocios ha emprender, sería el camino para remontar la crisis de la industria, comercio, banca o empresarial y la del mismo Estado, pero… ¡SI ES QUE SE HACE LO CONTRARIO…! Ahora son menos personas trabajando, mas “enchufados”, más impuestos, mas jornada, mas ancianos, mas ERES, más despidos y el resultado es: MAS PARO EN TODO… ¿Si no se cambia el sistema como se va ha ocupar una mayoría de parados y los nuevos profesionales o licenciados que terminan cada año?
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